Bueno esta semana ha sido de hospital, y la verdad que ha sido de horror por múltiples razones, pero ahora que ha pasado puedo decir que he llegado justo a la mitad del tratamiento, ¡BIEN!
El lunes me tocaba analítica e ingreso para metotrexato a altas dosis, la verdad es que tenía poca confianza porque después del finde de baile y desenfreno por mi cumple, llegué con un catarrazo de tres pares de narices. Las enfermeras al oirme hablar no daban un duro por mi tratamiento esta semana, pero mis defensas siempre desafiando lo imposible y mi cuerpo jugando al despiste decidieron que si había quimio así que allí que fuí.
Esta semana he vuelto a compartir habitación, lo que creía que sería la excepción se esta convirtiendo en la norma, y para que nos vamos a engañar compartir habitación es una mierda. Normalmente comparto la habitación con personas mucho mayores que yo, no por nada sino porque es lo que se estila en la planta, y personas diferentes, con sus manias y su educación a veces rozando límites. Aunque me intento aislar y distraer cuando viene gent, mis 24h un día después de otro me minan el ánimo y me desvían la actitud. Ya es bastante coñazo tener que estar en el hospital como para encima estar incomoda.
Además me ha pasado también que durante los ciclos de metotrexato que me han coincidido en verano como mi oncóloga no estaba, me llevaban otras oncologas que si en el control de las 48h daba bien me daban el alta evitandome un día de hospital, pero con la vuelta de mi oncóloga, sus normas, que son que estoy hasta el control de las 72h, den como den los resultados anteriores. La semana pasada hubo un error de comunicación y pensé que me estaba quedando un día más porque el nivel de toxicidad seguía alto, pero resultó que no que no me lo estaba dando porque iba a cumplir "escrupulosamente" el protocolo. Y para más inri con tanto mal rato esta semana he tenido extra día, es decir quimio+72h + 24 de regalo por seguir sin eliminar, una alegría. Menos mal que hoy había un oncólogo de guardia y me ha firmado el alta porque yo ya estaba buscando esquinas contra las que pegarme. El caso es que al principio los efectos del metotrexato eras mas visibles para mi, llagas, mucositis etc, pero mi cuerpo debe haberse acostumbrado porque yo desde el día siguiente de la quimio me siento como una rosa, y claro estar en el hospital cuando tu lo que tienes ganas es de comerte el mundo y te sientes capaz de hacerlo, no es divertido. Y sobre todo porque mi oncóloga me manda a la oncóloga que si me daba el alta para que me diga "yo si te la daría porque lo único que estamos haciendo es hidratarte (que lo puedes hacer en tu casa), darte isovarin (que lo tienes en pastillas) y controlarte el ph ( que puedes tomar un poquito de bicarbonato para seguir regulandolo)" y a mi que se me queda cara de entonces que narices estoy haciendo aquí y ella que me dice "porque tu oncóloga es muy cuadriculada". No es para que yo me quiera arrancar los pocos pelos que me quedan de cuajo, yo creo que sí. Después te pones a pensarlo friamente y bueno tiene razón, son medicamentos peligrosos, mejor que me tengan controlada, lo que queráis, pero me hace sentirme un poco estupida, porque qué pasa que antes me daban el alta poniendo en riesgo mi salud, o que ahora me dejan innecesariamente. No será lo uno ni lo otro, pero sería más fácil de comprender para mi y de asimilar si alguién me lo explica no si me dan argumentos contrapuestos y me dejan allí plantada con la vana ilusión de irme a mi casa, sobre todo teniendo en cuenta que el lunes estoy otra vez con cisplatino con la ilusión que eso le hace a mi cuerpo.
Fuera de estos percances mis días en el hospital no han ido mal, como he dicho mi cuerpo está respondiendo bien al metotrexato, no tengo efectos secundarios prácticamente y mis visitas me hacen feliz cada uno de los días.
B