lunes, 14 de abril de 2014

El día menos llegó al cero


Hoy es lunes y empiezo a darme cuenta que realmente ha pasado, me está costando hacerme a la idea porque estoy muy cansada por la quimio de la semana pasada, pero sin duda que haya llegado el ansiado lunes en el que no tengo que ir al hospital hace la diferencia. Cualquiera de los lunes pasados han sido una lucha contra mi misma, por un lado por estar demasiado cansada para moverme a la cama y ver como el tiempo pasaba, y cuanto más pasaba más me iban a regañar en el hospital... por otro la contradicción de querer ir al hospital porque significaba un día menos o una quimio menos, pero a la vez no querer ir, sabiendo que me iba a hacer sentirme mal, y que iba a dar paso a unos cuantos días asquerosos.

Pero hoy no, hoy me he quedado revolviéndome en la cama hasta que me he cansado de estar en horizontal, me he hecho un rico desayuno y me he tirado horas delante de la taza de té viendo las noticias, mirando cosas por internet y tonteando con Lola. Y ahora me dispongo a hacer un repaso mental de lo que ha sido este año.

La verdad es que tengo sentimientos encontrados hacia que haya acabado, por un lado y mayormente estoy feliz, muy feliz, pero por otro tengo miedo, miedo porque dejo de estar super controlada todas las semanas, y porque ya no tengo más quimio y es ahora cuando mi cuerpo empieza a estar solo para combatir cualquier cosa, como el de cualquier otra persona, solo que el mio con la probabilidad o el riesgo de haber estado expuesta al cáncer y con la desventaja de haber estado sometida a la paliza más absoluta durante estos meses. En fin que de aquí solo me queda cuidarme y esperar que todo vaya bien.

Por otro lado cerrar esta etapa abre otra nueva, y lo incierta de esta tampoco es muy cómodo. Durante este tiempo he intentado seguir con algunas cosas como el inglés, tengo examen en julio, pero lo cierto es que mis metas han sido más la siguiente quimio o cita con el médico que ninguna otra cosa, por desgracia se antojó imposible compatibilizarlo con mucho más, lo que por otra parte me ha permitido tener entera dedicación a mí, a cuidarme, al tratamiento y a ser feliz. Así que ahora me toca considerar mis opciones y salir al tampoco fácil mundo laboral, pero que del que en definitiva tengo muchas ganas.

Otro punto desagradable en este tiempo ha sido el tema de pelo. Como ya conté lo resolví más o menos bien, encontrar una forma de ponerme el pañuelo con la que me veía bien facilitó infinitamente las cosas, y me ha ayudado a ayudar a otras lo cual es bastante reconfortante. Eso no quita que haya sido un auténtico coñazo, que nadie se engañe, y bueno el colmo de la calva es cuando me tuve que depilar las piernas, dío la casualidad que en el único momento que el pelo decidió timidamente crecer me voy a la playa, (manda ******) y encima para nada porque Canarias que prometía ser el paraíso tropical en cualquier época del año, no era tanto, y no tuve ni un día de lucir piernas :). El resto del tiempo una comodidad, un año de láser gratuito, gratuito tampoco pero bueno algo útil, porque sí se cae todo, todo, lo único que me aguantó de todo el cuerpo un poco más de tiempo cejas y pestañas, pero caen también, en mi caso las cejas no completas pero casi. Y ahora pues tengo un par de centímetros de pelo, con algunas zonas de la cabeza despobladas porque con las últimas quimios se me ha caído solo a trozos. Ya voy la mayor parte del tiempo sin pañuelo salvo en algunos casos porque no quiero que la gente se cruce de acera pensando que tengo algo contagioso en la cabeza o más bien que no me siento cómoda con este look y quiero evitar cumplidos o preguntas incómodas.

Este año me ha enseñado muchas cosas, aunque sin duda me quedan muchas por mejorar y más por aprender, una de ellas que ya la he dicho muchas veces es ver como la vida es mucho más fácil de lo que la queremos hacer, eso no quiere decir que nadie tenga que ser conformista sino que hay que relativizar las cosas, porque a veces sufrimos por cosas que en realidad no son importantes, y cuando te falta los básico te das cuenta. Durante este tiempo he convivido con los peores dramas, en algunas ocasiones situaciones o circunstancias mucho peores que las mías, ya fuese de la propia enfermedad o de la situación alrededor, y quizás no me han hecho más fuerte pero me ha hecho definitivamente más humana. Son el tipo de cosas que te enseñan a vivir el día a día con otra perspectiva y a intentar comprender a todo el mundo, porque no siempre las cosas son como las percibimos ni existen las verdades universales. Y aunque no me alegro de haberlo aprendido de esta forma es algo positivo que saco de esta situación, he aprendido lo que es importante, si alguien en una dura situación es capaz de sonreír quien soy yo para quejarme.

De este mismo modo, he comprobado lo estupenda que es la gente que me rodea no solo de forma más cercana sino todo el mundo a mi alrededor. Todo el mundo me ha brindado su apoyo siempre, se han entristecido con mis malos días, y se han alegrado de las cosas buenas, y no han nada más bonito que que la gente comparta tu felicidad.

En el caso de mi familia, amigas y amigos ha sido devoción, siempre dispuestas, siempre. Para llorar, reír o simplemente estar. “Lo que diga Belén” se convirtió en un lema, que voy a hacer yo ahora... jaja va a ser duro pero me terminaré acostumbrando, no me queda otra. Con dar un silbidito tenía un ejercito movilizado, sobre todo he contado y conectado de forma especial con mi tía Marga, quien me ha hecho esto infinitamente más fácil, a todo el mundo le deseo una Marga en su vida, con quien poder hablar, llorar o disfrutar, quién de forma desinteresada este dispuesta a todo lo que haga falta.

En un primer momento lo pasé muy mal de pensar estar haciéndoselo pasar mal a otros, nunca había visto llorar a mi padre, y ver llorar a mi madre me partía el corazón, del mismo modo hacer sufrir a mi familia y a mis amig@s ( y a su familia que después de tantos años y de este tiempo es mi familia también)... en fín es sin duda lo más triste de este tiempo, yo no me lo merecía pero ellos tampoco, soy consciente de cuantas lagrimas no he visto derramar por mí y cuantas noches en vela he provocado, y lo siento. Cuando en otro tiempo era otro familiar el que sufría de cáncer yo lo contaba y vivía con un pellizco en el corazón, así que no quiero imaginar como debe haberlo vivido mi madre que no solo tenía que lidiar con eso sino que además en muchas ocasiones ha sido diana de mis dardos cuando no tenía más forma de sufrir o hermano por ejemplo quién con solo 19 años ha pasado más noches de hospitales y visto más cosas tristes que yo cuando tenía su edad, que injusto. No se como habrá sido para el explicarle a sus amigos lo que estaba pasando y no se que cosas habrá escuchado o leído al respecto, pero me imagino que no habrá sido precisamente fácil. Pero lo bueno es que al final todo ha merecido la pena y se que ellos comparten mi alegría y felicidad porque es la suya también, y deseo que siga siendo así para siempre porque nos lo merecemos, porque quiero seguir disfrutando de todos ellos y porque aunque seguro que tengo algún día malo prometo intentar que la inmensa mayoría de los que les brinde sean estupendos.

Hay otras personas cuyos papeles han sido fundamentales para mí, entre ellos, el personal del hospital que desde el día uno sabían mi nombre y me dedicaban sonrisas, cuidados y bonitas palabras, que me escuchaban y consolaban si lloraba porque no podía más cuando no quería hacerlo con mi madre para que ella no lo pasase mal, lo mismo hacía mi fisio Marta, que ya lo dije ha sido un apoyo y una psicóloga para mí, un pozo sin fondo de lágrimas además de por supuesto hacer estupendamente su trabajo. En este último tiempo se han incorporado unos cuantos ángeles más, en este caso vestidos de azul, no puedo estar más contenta de haber vuelto a nadar, pero por ellos, que bonito tener gente que aunque pase el tiempo te sigue teniendo cariño y se preocupa, que te escucha, que te ayuda y que te chinchan para hacerte reír. También mi familia inglesa los Stewarts, a los que tuve que dejar derrepente, que faena para ellos, y que han estado pendientes de mi día a día, durante este tiempo he dado brincos de alegría cuando he visto alguna carta o paquete de ellos en el correo o algún email, solo conociéndome de 6 meses me han aportado tanto cariño y ayuda y han sabido sacarme tantas sonrisas, que estoy deseando poder agradecérselo en persona. En una primera parte de la historia, como muchos sabéis la piedra angular de mi serenidad y confianza fue mi traumatóloga Elvira, a ella le debo tanto no solo por el trabajo que hizo con mi pierna sino mucho más porque me dío seguridad y tranquilidad para todo lo que venía después. Y hay muchos más que no puedo empezar a enumerar, pero que sin duda ellos los saben.

Desde el principio la gente me decía que le gustaba como lo llevaba, yo puedo decir que no había un plan ni una forma, ni siquiera hoy se a ciencia cierta como lo llevaba, las cosas fueron saliendo así no por mí sino porque mi entorno, porque poco hay que haya hecho yo sola. Ha habido muchos momentos malos, he llorado mucho y cuando digo mucho es muchísimo, no sabía que se pudiese estar tanto rato llorando, de esos no os encontraréis fotos en facebook o instagram, esos se quedan para los que los hemos pasado y para vosotros dejé las fotos de lo bueno, porque ha habido mucho y porque quería que tuvieseis esa sensación, de que era invencible, porque si vosotros lo pensabais me lo reflejabais y yo me crecía.

La verdad es que en general he intentado, no se si se habrá visto igual desde fuera, no preocupar demasiado a la gente con mis pesares y dolores (con alguna excepción si me han pillado en un mal día), he tratado ser optimista y contar la situación a todos el que me preguntaba desde un punto de vista positivo, lo que no quiere decir que haya ocultado la verdad, porque eso si lo he tenido claro desde el principio que no me iba a esconder, yo lo aceptaba y el que me preguntaba iba a escuchar la realidad. Creo que eso también me ha ayudado, ya que darle normalidad a la situación y no vivirlo como algo oscuro e infernal es una buena forma de afrontar el día a día.

No todo el mundo tiene mi suerte, así que por todos los que no lo consiguieron los guardo en mí memoria y para todos los que empiezan este camino que sepan que aunque es difícil se pasa porque merece la pena, que no os entristezcais con los casos que terminan mal, porque no hay dos casos iguales y porque, como me dijo mi oncóloga al principio gran parte de lo que pase es vuestra actitud. Mi oncóloga, a la que después de todo también le tengo que agradecer lo que ha hecho por mí, aunque en muchos momentos me ha traído de cabeza y en bastantes no me ha gustado el como, no le puedo quitar su mérito. Puede que nuestro problema haya sido fundamentalmente de comunicación, no he cambiado de opinión sobre las cosas ya dichas, pero siendo justa tengo que decir que en este último mes las cosas han cambiado bastante, su trato hacia mí es mucho más cercano y afectuoso, y se muestra bastante más receptiva y atenta, ya veremos que pasa si hay algún otro tema en el que discrepemos, mientras tanto yo estoy feliz de haber llegado a este punto y es en parte gracias a ella.

Con este blog aún no se muy bien que hacer, en un primer momento pensé que cuando terminase con esto lo cerraría porque habría cumplido su fin, también pensé dejarlo abierto aunque no escribiese más por si a alguien le servía de ayuda y finalmente he decidido que por ahora lo voy a dejar abierto, porque son muchos los que estos últimos días se han enterado de su existencia y me escriben diciéndome cuanto les ha gustado. La verdad es que más que un blog, parece un diario porque más que una conversación con otros ha sido una conversación conmigo misma pero bueno en cualquier caso ha sido lo que me apetecía que fuese y siempre estoy a tiempo de guardármelo solo para mí. Faltan cosas sin duda y habrá cosas que no gusten como están contadas pero es como yo lo he vivido, es como lo recuerdo y es lo que me apetecía contarlo y solo pido el respeto y la comprensión del que se disponga a leerlo, y bueno ojala que os guste y os ayude a acercaos a mí. Y por supuesto si alguna vez alguien necesita algo de mí o tiene una duda no tiene más que escribirme, mi e-mail personal es belenta9@hotmail.com , el camino que yo he hecho se hace infinitamente mejor bien acompañado y si alguna vez puede servir como apoyo a alguién estaré encantada.

Sin mucho más que contaos, no sin antes volver a daos las gracias, os dejo, no se si hasta pronto o al menos no entre estas líneas.. una vez más qui lo sais.  

B




No hay comentarios:

Publicar un comentario