viernes, 11 de abril de 2014

Nadie dijo que fuera justo

No todo el mundo se cura y creo que es la parte más dura de esto, y nunca terminaré de acostumbrarme. Esta claro que es ley de vida y que a todo el mundo le llega su momento, pero es tan diferente cuando lo dices, lo ves en películas o le ocurre a ser cercano de forma puntual que cuando lo vives. Ver efectivamente como alguien que un martes te habla y esta bien, a los dos días se ha apagado para siempre, es duro e injusto y da igual lo que te digan, sobre todo cuando esa persona ni se imagina que la cosas se van a suceder de ese modo y simplemente estaba por luchar y volver lo antes posible a su vida normal. Ver como con el paso de las horas se rinde y su familia solo espera, es mucho dolor, no solo por el componente humano que tenemos que nos hace que no queramos que nadie sufra o muera sino porque instala en ti el miedo de como una situación puede cambiar radicalmente en solo 24 horas.

Como ya sabéis desde que estoy aquí he visto irse a bastantes personas, y ni estaba ni estoy preparada para ello, ni creo que nunca lo esté. Ni aún habiendo aceptado la muerte como una opción, no deseada pero posible y habiendo trabajado en desdramatizarla es suficiente, porque cuando pasa nunca eres lo suficientemente fuerte, más aún cuando la persona era como esta vez tan joven y la has sentido tan viva.

No se si efectivamente estoy es de las cosas que te hacen más fuerte o es simplemente un sin sentido que me ha tocado vivir demasiado pronto, en cualquier caso esto contenta de ver que en unas horas lo dejaré atrás.



B

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