miércoles, 5 de febrero de 2014

Y de repente era cáncer

No sé si le ha pasa a todo el mundo, me figuro que dependerá de como comience todo o como se vayan desarrollando los acontecimientos. En mi caso todo dio muchas vueltas.

En alguna ocasión he dicho que el peor momento para mí fue cuando recogí los resultados de la resonancia, y sin duda fue un día muy malo pero en ese momento fue más el miedo a todo que a algo concreto. No se si lo he comentado en alguna otra ocasión pero en cierto modo siempre he tenido miedo de padecer cáncer en algún momento de mi vida (desde luego no tan pronto), en algún punto, cuando empezaron a mandarme de un médico no recuerdo si pasó por mi mente si recuerdo tener muy mala sensación y tener miedo. Cuando recogí los resultados tenía miedo pero ni siquiera sabía a qué, de repente te encuentras con mucha información, con un lenguaje no conocido y dada por un entorno en la mayoría de las ocasiones muy hostil, sobre todo en ese primer punto nadie se quiere pillar los dedos así que allá tu con tus pensamientos, los míos... ahora lo veo tan lejos que ni recuerdo exactamente pero en resumen era complicado. 

Cuando me hicieron la biopsia, solo unos días después tuvimos información no oficial pero ciertamente de primera mano que nos dijo que el tumor no era maligno, y puede ser por eso, por el cambio repentino de las circunstancias por lo que no realicé nada de lo que estaba pasando hasta mucho tiempo después, porque tenía la esperanza de que se hubiesen vuelto a equivocar. 

Solo fue un par de semanas después cuando me operaron, pero yo no sentía que me estaban operando de cáncer a día de hoy sigo sin sentirlo porque en ese momento para mi simplemente me estaban arreglando la rodilla, como el que se rompe los ligamentos o el se rompe la rótula, mi operación solo era un poco más complicada e incierta pero no era cáncer, no lo era para mí, y tampoco lo veía en las caras de quienes me rodeaban, no era una masectomía, no me estaban quitando el colón, ni tampoco el pulmón, no estaba calva, no tenía absolutamente ningún problema más. Esta sensación sin duda la achaco a el concepto generalizado que se tiene del cáncer y cuya imagen reconocible es una persona calva por recibir quimioterapia, y yo ni la había recibido ni estaba en vistas de recibirla porque aunque mi traumatóloga me había dicho que tenían que analizar el tumor todo parecía apuntar, por el resultado final de la biopsia, a un condrosarcoma que aunque es un tumor maligno no es cáncer ni necesita de quimio.

Y así llegó EL día, una mes después de la operación, cuando mi cuenta atrás estaba prácticamente terminando, ya que solo me quedaban dos semanas mas de inmovilización, que darían paso al fín del martirio y al verano, recibí una llamada de mi querida traumatóloga. A decir verdad es de las veces que ha estado más escueta y básicamente me dijo que habían decidido que lo mejor era darme quimio y que tenia cita a los dos días en oncología. Y es aquí y solo aquí cuando me di cuenta de la nebulosa mental que había creado para no ver lo que no quería ver, y es que tenía cáncer. Lo que dío paso a lo de siempre al miedo, la rabia, la incertidumbre, la tristeza, el cansando, etc y a volver a empezar la cuenta atrás, a volver a coger fuerza y ver las cosas con perspectiva, y tener ganas de luchar, de reír, y sobre todo de vivir.


B

pd: no se si es bueno o es malo que tengamos estereotipos con respecto al cáncer asociarlo a un tipo de imagen no me parece lo peor, si asociarlo a derrotismo, tristeza y muerte porque aunque todo el mundo tiene su momento, no es eso lo que se vive.


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