Mi paso por el Hospital tuvo un poco de todo, la asociación de tuertos que parece que me sigue donde vaya no paro en su empeño, pero lo importante salio bien, y eso es con lo que me quedo.
Tras la reunión del martes con mi traumatóloga, mi nuevo Dios, el jueves me ingresaron para poder operarme el viernes a primera hora. Cuando llegue empezó mi suerte! Habitación para mi sola, muy moderna y comoda, yo feliz porque así mi familia y amigas podían hacinarse allí sin molestar a nadie, y como buenas fieles al momento piña allí se plantaron conmigo para echar las primeras horas de estancia de placer. Finalmente me quede sola con mi más leal y querida compañera de lucha, mi madre y mentalizadas para la operación nos fuimos a dormir. Dormir esa semana no fue tan fácil no solo por el dolor, sino porque el señor de al lado, que espero que ya este bien, debía haber recibido un golpe considerable y se le había ido un poco la pinza, y se paso la semana chillando todos los nombres de mujeres de su familia de carrerilla, que se cagaba o se meaba, que tenía sed, y 200 cosas mas.
A quirófano fui nerviosa, nunca me han operado de nada tipo anestesia general y aquello es lo desconocido, cuando llegas vas ya un poco drogadilla que es como he decidido que me gusta a mi ir a estas cosas y dure poco en el ambiente, porque entre el frío que tenía y toda la gente que veía dando vueltas por allí termine siendo yo la que pedí volver a los brazos de Morfeo y que fuese lo que tuviese que ser, no sin antes volverle a insistir a mi Dios que se portase bien y no me tocase el femur y que me dejase una pierna bonita. (En la cita de dos días antes me había explicado que el tumor había crecido tanto que ni con las pruebas que me habían hecho se apreciaba si estaba afectando al femur y que si así fuese se apreciaría a simple vista, y que lo complicaba todo, nada para lo ella no fuese capaz seguramente pero otra torta para mí, que no se si era tan capaz).
Lo último que recuerdo de quirófano es todos alrededor de unas neveritas tipo playa, mis nuevos aloh injertos, de algún bendito donante y por lo que ha resultado a posteriori de uno con unos tendones de bastante calidad.
El despertar.... que recuerdos, me sabe mal contar esto por mis padres porque puede dar una impresión que no es, pero lo tengo que contar. En el momento que se me empezó a pasar la anestesia fue indescriptible, el dolor que sentía con el miedo que lo acompaño, el horror, yo solo decía que me habían cortado la pierna porque no podía entender porqué me dolía tanto e intentaba incorporarme lo cual era misión imposible, allí había mucha mas gente dormida entre biombos pero la única quejica era yo. Una enfermera vino y me puso más medicamentos para el dolor y me pregunto quien quería que pasase si mi madre o mi padre (normalmente no puede entrar nadie pero tenían un contactillo) yo pedí que entrase mi madre, mi gozo en un pozo, la enfermera se asomo a las dos salas "¿familiares de Belén TA? ¿familiares de Belén?"......silencio... y respuesta en coro "Noo... No..." yo no daba crédito y me empece a agobiar, dónde estaban mis padres, a medida que pasaba el tiempo y la enfermera salia a la sala a volver a preguntar yo me iba agobiando mas y mas con el consecuente llanto, intento de incorporarme (con sucesivo chopito en la frente hasta llegar a la almohada de la enfermera, no podía hacer esfuerzos) y con la maquinita del electrocardiograma subiendo 92,93,94....111,112,113..... Las enfermeras comentando entre ellas que vaya niña grande, la que estaba liando, lo cual no hizo más que ponerme de una mala leche de campeonato.
El tiempo seguía pasando y la enfermera para ayudarme me suelta "pues niña como tus padres no vengan ya no veas hasta el cambio de celadores lo que vas a tener que esperar para subir a planta"...... "·$%&/())(/&%$·"·$%&!!!!!! Y desde el puesto de enfermería me pide que le chille el número de mi madre para que la llamen, y para que va a coger el teléfono, para qué?.....
Allí seguía... y harta de mi, viene otra enfermera o la misma ni me acuerdo y me da por lo bajini su móvil y me dice "no lo digas en alto y llama a quien quieras, pero llama!" jajaja Y vuelta a empezar, mala suerte (con perdón es que desde que tengo móvil hay muy pocos números que me sepa de memoria, tan pocos que solo me sabía tres...) Mi madre, una vez otra y otra... no coge, mi padre otras mas .... no coge (el karma me lo estaba devolviendo, yo jamás cojo el teléfono..) y por último mi amiga R .... había cambiado de número hacía unos meses, maldita suerte!! Vuelta a empezar mi madre.... y coge... y me puedo imaginar su cara como si se le hubiese aparecido un muerto, y mi frase entre llanto "Manda cojo*** que os tenga que esperar yo a vosotros!!!".. la pobre le iba a dar un telele.
Para que lo entendáis os tengo que dar la explicación de ellos que es que la doctora le dijo que tenía que estar en despertar al menos dos horas que no me iba a despertar hasta entonces, pero yo que nunca fui de dormir a la hora estaba dando por saco, ellos habían ido a comer porque desde las 8 y pico que bajamos a quirófano hasta las 2 que ya todo estaba bien no se había movido de allí.
Yo ya no estaba dispuesta a esperar más y quería que me subiesen aunque fuese a estar sola en planta, y justo llegaron cuando estaba en el pasillo de mi planta, y yo seguí con la frase de antes... los pobres se sintieron fatal pero yo había llegado a un punto de mosqueo difícil de bajar. Pero claro que se me paso, con una buena siesta y mucho cariño.
Los días de después fueron de dolor, creo que el personal de hospital estaba hasta la coronilla de mi y de que tocase el botoncito, y de que pidiese más drogas de las que me tocaban. Una noche tuvieron que venir los traumatologos de urgencias a las 4 de la mañana porque la felula y el vendaje estaban puesto tan apretado que con las proporciones que alcanzo mi pierna, iba a estallar, así que a abrirla, con el consiguiente alivio para mi a la par que horror viendo la pierna deforme que me había quedado (eso fue cuestión de tiempo).
Entre el dolor y que no soy nada fan de la comida de los hospitales perdí unos cuantos de mis kilitos de mas, aun con la insistencia en traerme de chocolate de toda la gente que me visitaba. De eso no me puedo quejar, tengo una gente que no me la merezco y no tuve ni un ratito de aburrimiento, fue una semana muy entretenida, ni me quería ir del hospital jaja, para que no decayese, aunque tenía bastantes ganas de quitarme de vista a alguna que otra enfermera que me sacaba de mis casillas, la típica "yo se perfectamente lo que te duele, y no te duele, ¡mirame! no te duele" ... o alguna otra que delante del médico iba de lista pero que detrás paga sus fustraciones contigo, porque os cuento, para no irme yo sin alguna que otra anécdota a los tres días de estar en el hospital se me empezó a poner el culo un poquito rojo, la típica reacción de un niño con pañales, mi madre se lo comentó a la enfermera y esta le dijo que nos la arreglásemos comprando algo porque con los recortes que había no tenían nada para darme, ok, me compraron una crema de culito de bebe. Pasaron los días, y mi culo se fue poniendo cada vez mas rojo y mas hinchado, como tengo familiares médicos les iba pasando reportaje de mi culo (digno de los mejores libros de dermatología) porque allí nadie me hacia ni casa, parece mentira que estuviese en un hospital, en una ocasión estaba dormida con el culo al aire para que me respirase de la extraña forma que podía girarme con el pedazo de escayola que tenía,y me lleve un susto de muerte, derrepente sentí una mirada penetrante hacía mi culo, con el siguiente comentario "vaya culo".... mmmm me lo dices o me lo cuentes. Como era un médico de planta distinto a los de los días anteriores le explique, y me dijo que era una reacción alérgica a las sábanas y que lo mejor era que me diesen el alta porque tal como lo tenía podía coger una infección. Buena solución dado mi estado, inmovilidad y dolor, que iba a hacer yo, ponerme en plan OKUPA, de allí no me movía ni Dios.
Mi culo siguió empeorando, aun trayendo sábanas de casa, así que para el día siguiente solo me quedaba hacer lo que debería haber hecho desde un principio, llorar y montar un pollo, coincidió que vino la enfermera a la que mi madre se lo comento el primer día con el médico de planta y que soltó "es que esto nos lo deberían haber avisado antes" lo que encendió como la pólvora a mi madre también, lo cual es rarisimo porque ella es pro-peace, pero conseguimos nuestro objetivo que viniese un dermatologo a ver mi apasionante culo digno del mandril alfa, y lo que hizo falta es un tratamiento de semana y media de corticoides vía oral y en crema y dos mudadas de piel, completamente innecesario si alguien me hubiese hecho caso desde un principio.
Pasado esto no había mas excusas y me tuve que ir a mi casa, me cambiaron la escayola por un inmovilizador, muchísimo mas cómodo y me dieron un par de sesiones de fisio para aprender a andar con mi pierna tiesa y apoyando. Y deje mi estancia en el hospital.
A quirófano fui nerviosa, nunca me han operado de nada tipo anestesia general y aquello es lo desconocido, cuando llegas vas ya un poco drogadilla que es como he decidido que me gusta a mi ir a estas cosas y dure poco en el ambiente, porque entre el frío que tenía y toda la gente que veía dando vueltas por allí termine siendo yo la que pedí volver a los brazos de Morfeo y que fuese lo que tuviese que ser, no sin antes volverle a insistir a mi Dios que se portase bien y no me tocase el femur y que me dejase una pierna bonita. (En la cita de dos días antes me había explicado que el tumor había crecido tanto que ni con las pruebas que me habían hecho se apreciaba si estaba afectando al femur y que si así fuese se apreciaría a simple vista, y que lo complicaba todo, nada para lo ella no fuese capaz seguramente pero otra torta para mí, que no se si era tan capaz).
Lo último que recuerdo de quirófano es todos alrededor de unas neveritas tipo playa, mis nuevos aloh injertos, de algún bendito donante y por lo que ha resultado a posteriori de uno con unos tendones de bastante calidad.
El despertar.... que recuerdos, me sabe mal contar esto por mis padres porque puede dar una impresión que no es, pero lo tengo que contar. En el momento que se me empezó a pasar la anestesia fue indescriptible, el dolor que sentía con el miedo que lo acompaño, el horror, yo solo decía que me habían cortado la pierna porque no podía entender porqué me dolía tanto e intentaba incorporarme lo cual era misión imposible, allí había mucha mas gente dormida entre biombos pero la única quejica era yo. Una enfermera vino y me puso más medicamentos para el dolor y me pregunto quien quería que pasase si mi madre o mi padre (normalmente no puede entrar nadie pero tenían un contactillo) yo pedí que entrase mi madre, mi gozo en un pozo, la enfermera se asomo a las dos salas "¿familiares de Belén TA? ¿familiares de Belén?"......silencio... y respuesta en coro "Noo... No..." yo no daba crédito y me empece a agobiar, dónde estaban mis padres, a medida que pasaba el tiempo y la enfermera salia a la sala a volver a preguntar yo me iba agobiando mas y mas con el consecuente llanto, intento de incorporarme (con sucesivo chopito en la frente hasta llegar a la almohada de la enfermera, no podía hacer esfuerzos) y con la maquinita del electrocardiograma subiendo 92,93,94....111,112,113..... Las enfermeras comentando entre ellas que vaya niña grande, la que estaba liando, lo cual no hizo más que ponerme de una mala leche de campeonato.
El tiempo seguía pasando y la enfermera para ayudarme me suelta "pues niña como tus padres no vengan ya no veas hasta el cambio de celadores lo que vas a tener que esperar para subir a planta"...... "·$%&/())(/&%$·"·$%&!!!!!! Y desde el puesto de enfermería me pide que le chille el número de mi madre para que la llamen, y para que va a coger el teléfono, para qué?.....
Allí seguía... y harta de mi, viene otra enfermera o la misma ni me acuerdo y me da por lo bajini su móvil y me dice "no lo digas en alto y llama a quien quieras, pero llama!" jajaja Y vuelta a empezar, mala suerte (con perdón es que desde que tengo móvil hay muy pocos números que me sepa de memoria, tan pocos que solo me sabía tres...) Mi madre, una vez otra y otra... no coge, mi padre otras mas .... no coge (el karma me lo estaba devolviendo, yo jamás cojo el teléfono..) y por último mi amiga R .... había cambiado de número hacía unos meses, maldita suerte!! Vuelta a empezar mi madre.... y coge... y me puedo imaginar su cara como si se le hubiese aparecido un muerto, y mi frase entre llanto "Manda cojo*** que os tenga que esperar yo a vosotros!!!".. la pobre le iba a dar un telele.
Para que lo entendáis os tengo que dar la explicación de ellos que es que la doctora le dijo que tenía que estar en despertar al menos dos horas que no me iba a despertar hasta entonces, pero yo que nunca fui de dormir a la hora estaba dando por saco, ellos habían ido a comer porque desde las 8 y pico que bajamos a quirófano hasta las 2 que ya todo estaba bien no se había movido de allí.
Yo ya no estaba dispuesta a esperar más y quería que me subiesen aunque fuese a estar sola en planta, y justo llegaron cuando estaba en el pasillo de mi planta, y yo seguí con la frase de antes... los pobres se sintieron fatal pero yo había llegado a un punto de mosqueo difícil de bajar. Pero claro que se me paso, con una buena siesta y mucho cariño.
Los días de después fueron de dolor, creo que el personal de hospital estaba hasta la coronilla de mi y de que tocase el botoncito, y de que pidiese más drogas de las que me tocaban. Una noche tuvieron que venir los traumatologos de urgencias a las 4 de la mañana porque la felula y el vendaje estaban puesto tan apretado que con las proporciones que alcanzo mi pierna, iba a estallar, así que a abrirla, con el consiguiente alivio para mi a la par que horror viendo la pierna deforme que me había quedado (eso fue cuestión de tiempo).
Entre el dolor y que no soy nada fan de la comida de los hospitales perdí unos cuantos de mis kilitos de mas, aun con la insistencia en traerme de chocolate de toda la gente que me visitaba. De eso no me puedo quejar, tengo una gente que no me la merezco y no tuve ni un ratito de aburrimiento, fue una semana muy entretenida, ni me quería ir del hospital jaja, para que no decayese, aunque tenía bastantes ganas de quitarme de vista a alguna que otra enfermera que me sacaba de mis casillas, la típica "yo se perfectamente lo que te duele, y no te duele, ¡mirame! no te duele" ... o alguna otra que delante del médico iba de lista pero que detrás paga sus fustraciones contigo, porque os cuento, para no irme yo sin alguna que otra anécdota a los tres días de estar en el hospital se me empezó a poner el culo un poquito rojo, la típica reacción de un niño con pañales, mi madre se lo comentó a la enfermera y esta le dijo que nos la arreglásemos comprando algo porque con los recortes que había no tenían nada para darme, ok, me compraron una crema de culito de bebe. Pasaron los días, y mi culo se fue poniendo cada vez mas rojo y mas hinchado, como tengo familiares médicos les iba pasando reportaje de mi culo (digno de los mejores libros de dermatología) porque allí nadie me hacia ni casa, parece mentira que estuviese en un hospital, en una ocasión estaba dormida con el culo al aire para que me respirase de la extraña forma que podía girarme con el pedazo de escayola que tenía,y me lleve un susto de muerte, derrepente sentí una mirada penetrante hacía mi culo, con el siguiente comentario "vaya culo".... mmmm me lo dices o me lo cuentes. Como era un médico de planta distinto a los de los días anteriores le explique, y me dijo que era una reacción alérgica a las sábanas y que lo mejor era que me diesen el alta porque tal como lo tenía podía coger una infección. Buena solución dado mi estado, inmovilidad y dolor, que iba a hacer yo, ponerme en plan OKUPA, de allí no me movía ni Dios.
Mi culo siguió empeorando, aun trayendo sábanas de casa, así que para el día siguiente solo me quedaba hacer lo que debería haber hecho desde un principio, llorar y montar un pollo, coincidió que vino la enfermera a la que mi madre se lo comento el primer día con el médico de planta y que soltó "es que esto nos lo deberían haber avisado antes" lo que encendió como la pólvora a mi madre también, lo cual es rarisimo porque ella es pro-peace, pero conseguimos nuestro objetivo que viniese un dermatologo a ver mi apasionante culo digno del mandril alfa, y lo que hizo falta es un tratamiento de semana y media de corticoides vía oral y en crema y dos mudadas de piel, completamente innecesario si alguien me hubiese hecho caso desde un principio.
Pasado esto no había mas excusas y me tuve que ir a mi casa, me cambiaron la escayola por un inmovilizador, muchísimo mas cómodo y me dieron un par de sesiones de fisio para aprender a andar con mi pierna tiesa y apoyando. Y deje mi estancia en el hospital.
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