Hoy es lunes y empiezo a darme cuenta
que realmente ha pasado, me está costando hacerme a la idea porque
estoy muy cansada por la quimio de la semana pasada, pero sin duda
que haya llegado el ansiado lunes en el que no tengo que ir al
hospital hace la diferencia. Cualquiera de los lunes pasados han sido
una lucha contra mi misma, por un lado por estar demasiado cansada
para moverme a la cama y ver como el tiempo pasaba, y cuanto más
pasaba más me iban a regañar en el hospital... por otro la
contradicción de querer ir al hospital porque significaba un día
menos o una quimio menos, pero a la vez no querer ir, sabiendo que me
iba a hacer sentirme mal, y que iba a dar paso a unos cuantos días
asquerosos.
Pero hoy no, hoy me he quedado
revolviéndome en la cama hasta que me he cansado de estar en
horizontal, me he hecho un rico desayuno y me he tirado horas delante
de la taza de té viendo las noticias, mirando cosas por internet y
tonteando con Lola. Y ahora me dispongo a hacer un repaso mental de
lo que ha sido este año.
La verdad es que tengo sentimientos
encontrados hacia que haya acabado, por un lado y mayormente estoy
feliz, muy feliz, pero por otro tengo miedo, miedo porque dejo de
estar super controlada todas las semanas, y porque ya no tengo más
quimio y es ahora cuando mi cuerpo empieza a estar solo para combatir
cualquier cosa, como el de cualquier otra persona, solo que el mio
con la probabilidad o el riesgo de haber estado expuesta al cáncer y
con la desventaja de haber estado sometida a la paliza más absoluta
durante estos meses. En fin que de aquí solo me queda cuidarme y
esperar que todo vaya bien.
Por otro lado cerrar esta etapa abre
otra nueva, y lo incierta de esta tampoco es muy cómodo. Durante
este tiempo he intentado seguir con algunas cosas como el inglés,
tengo examen en julio, pero lo cierto es que mis metas han sido más
la siguiente quimio o cita con el médico que ninguna otra cosa, por
desgracia se antojó imposible compatibilizarlo con mucho más, lo
que por otra parte me ha permitido tener entera dedicación a mí, a
cuidarme, al tratamiento y a ser feliz. Así que ahora me toca
considerar mis opciones y salir al tampoco fácil mundo laboral,
pero que del que en definitiva tengo muchas ganas.
Otro punto desagradable en este tiempo
ha sido el tema de pelo. Como ya conté lo resolví más o menos
bien, encontrar una forma de ponerme el pañuelo con la que me veía bien
facilitó infinitamente las cosas, y me ha ayudado a ayudar a otras
lo cual es bastante reconfortante. Eso no quita que haya sido un
auténtico coñazo, que nadie se engañe, y bueno el colmo de la
calva es cuando me tuve que depilar las piernas, dío la casualidad
que en el único momento que el pelo decidió timidamente crecer me
voy a la playa, (manda ******) y encima para nada porque Canarias que
prometía ser el paraíso tropical en cualquier época del año, no
era tanto, y no tuve ni un día de lucir piernas :). El resto del
tiempo una comodidad, un año de láser gratuito, gratuito tampoco
pero bueno algo útil, porque sí se cae todo, todo, lo único que me
aguantó de todo el cuerpo un poco más de tiempo cejas y pestañas,
pero caen también, en mi caso las cejas no completas pero casi. Y
ahora pues tengo un par de centímetros de pelo, con algunas zonas de
la cabeza despobladas porque con las últimas quimios se me ha caído
solo a trozos. Ya voy la mayor parte del tiempo sin pañuelo salvo en
algunos casos porque no quiero que la gente se cruce de acera
pensando que tengo algo contagioso en la cabeza o más bien que no me
siento cómoda con este look y quiero evitar cumplidos o preguntas
incómodas.
Este año me ha enseñado muchas cosas,
aunque sin duda me quedan muchas por mejorar y más por aprender, una
de ellas que ya la he dicho muchas veces es ver como la vida es mucho
más fácil de lo que la queremos hacer, eso no quiere decir que
nadie tenga que ser conformista sino que hay que relativizar las
cosas, porque a veces sufrimos por cosas que en realidad no son
importantes, y cuando te falta los básico te das cuenta. Durante
este tiempo he convivido con los peores dramas, en algunas ocasiones
situaciones o circunstancias mucho peores que las mías, ya fuese de
la propia enfermedad o de la situación alrededor, y quizás no me
han hecho más fuerte pero me ha hecho definitivamente más humana.
Son el tipo de cosas que te enseñan a vivir el día a día con otra
perspectiva y a intentar comprender a todo el mundo, porque no
siempre las cosas son como las percibimos ni existen las verdades
universales. Y aunque no me alegro de haberlo aprendido de esta forma
es algo positivo que saco de esta situación, he aprendido lo que es
importante, si alguien en una dura situación es capaz de sonreír
quien soy yo para quejarme.
De este mismo modo, he comprobado lo
estupenda que es la gente que me rodea no solo de forma más cercana
sino todo el mundo a mi alrededor. Todo el mundo me ha brindado su
apoyo siempre, se han entristecido con mis malos días, y se han
alegrado de las cosas buenas, y no han nada más bonito que que la
gente comparta tu felicidad.
En el caso de mi familia, amigas y
amigos ha sido devoción, siempre dispuestas, siempre. Para llorar,
reír o simplemente estar. “Lo que diga Belén” se convirtió en
un lema, que voy a hacer yo ahora... jaja va a ser duro pero me
terminaré acostumbrando, no me queda otra. Con dar un silbidito
tenía un ejercito movilizado, sobre todo he contado y conectado de
forma especial con mi tía Marga, quien me ha hecho esto
infinitamente más fácil, a todo el mundo le deseo una Marga en su
vida, con quien poder hablar, llorar o disfrutar, quién de forma
desinteresada este dispuesta a todo lo que haga falta.
En un primer momento lo pasé muy mal
de pensar estar haciéndoselo pasar mal a otros, nunca había visto
llorar a mi padre, y ver llorar a mi madre me partía el corazón,
del mismo modo hacer sufrir a mi familia y a mis amig@s ( y a su
familia que después de tantos años y de este tiempo es mi familia
también)... en fín es sin duda lo más triste de este tiempo, yo no
me lo merecía pero ellos tampoco, soy consciente de cuantas lagrimas
no he visto derramar por mí y cuantas noches en vela he provocado, y
lo siento. Cuando en otro tiempo era otro familiar el que sufría de
cáncer yo lo contaba y vivía con un pellizco en el corazón, así
que no quiero imaginar como debe haberlo vivido mi madre que no solo
tenía que lidiar con eso sino que además en muchas ocasiones ha
sido diana de mis dardos cuando no tenía más forma de sufrir o
hermano por ejemplo quién con solo 19 años ha pasado más noches de
hospitales y visto más cosas tristes que yo cuando tenía su edad,
que injusto. No se como habrá sido para el explicarle a sus amigos
lo que estaba pasando y no se que cosas habrá escuchado o leído al
respecto, pero me imagino que no habrá sido precisamente fácil.
Pero lo bueno es que al final todo ha merecido la pena y se que ellos
comparten mi alegría y felicidad porque es la suya también, y deseo
que siga siendo así para siempre porque nos lo merecemos, porque
quiero seguir disfrutando de todos ellos y porque aunque seguro que
tengo algún día malo prometo intentar que la inmensa mayoría de
los que les brinde sean estupendos.
Hay otras personas cuyos papeles han
sido fundamentales para mí, entre ellos, el personal del hospital
que desde el día uno sabían mi nombre y me dedicaban sonrisas,
cuidados y bonitas palabras, que me escuchaban y consolaban si
lloraba porque no podía más cuando no quería hacerlo con mi madre
para que ella no lo pasase mal, lo mismo hacía mi fisio Marta, que
ya lo dije ha sido un apoyo y una psicóloga para mí, un pozo sin
fondo de lágrimas además de por supuesto hacer estupendamente su
trabajo. En este último tiempo se han incorporado unos cuantos
ángeles más, en este caso vestidos de azul, no puedo estar más
contenta de haber vuelto a nadar, pero por ellos, que bonito tener
gente que aunque pase el tiempo te sigue teniendo cariño y se
preocupa, que te escucha, que te ayuda y que te chinchan para hacerte
reír. También mi familia inglesa los Stewarts, a los que tuve que
dejar derrepente, que faena para ellos, y que han estado pendientes
de mi día a día, durante este tiempo he dado brincos de alegría
cuando he visto alguna carta o paquete de ellos en el correo o algún
email, solo conociéndome de 6 meses me han aportado tanto cariño y
ayuda y han sabido sacarme tantas sonrisas, que estoy deseando poder
agradecérselo en persona. En una primera parte de la historia, como
muchos sabéis la piedra angular de mi serenidad y confianza fue mi
traumatóloga Elvira, a ella le debo tanto no solo por el trabajo que
hizo con mi pierna sino mucho más porque me dío seguridad y
tranquilidad para todo lo que venía después. Y hay muchos más que
no puedo empezar a enumerar, pero que sin duda ellos los saben.
Desde el principio la gente me decía
que le gustaba como lo llevaba, yo puedo decir que no había un plan
ni una forma, ni siquiera hoy se a ciencia cierta como lo llevaba,
las cosas fueron saliendo así no por mí sino porque mi entorno,
porque poco hay que haya hecho yo sola. Ha habido muchos momentos
malos, he llorado mucho y cuando digo mucho es muchísimo, no sabía
que se pudiese estar tanto rato llorando, de esos no os encontraréis
fotos en facebook o instagram, esos se quedan para los que los hemos
pasado y para vosotros dejé las fotos de lo bueno, porque ha habido
mucho y porque quería que tuvieseis esa sensación, de que era
invencible, porque si vosotros lo pensabais me lo reflejabais y yo me
crecía.
La verdad es que en general he
intentado, no se si se habrá visto igual desde fuera, no preocupar
demasiado a la gente con mis pesares y dolores (con alguna excepción
si me han pillado en un mal día), he tratado ser optimista y
contar la situación a todos el que me preguntaba desde un punto de
vista positivo, lo que no quiere decir que haya ocultado la verdad,
porque eso si lo he tenido claro desde el principio que no me iba a
esconder, yo lo aceptaba y el que me preguntaba iba a escuchar la
realidad. Creo que eso también me ha ayudado, ya que darle
normalidad a la situación y no vivirlo como algo oscuro e infernal
es una buena forma de afrontar el día a día.
No todo el mundo tiene mi suerte, así
que por todos los que no lo consiguieron los guardo en mí memoria y
para todos los que empiezan este camino que sepan que aunque es
difícil se pasa porque merece la pena, que no os entristezcais con
los casos que terminan mal, porque no hay dos casos iguales y porque,
como me dijo mi oncóloga al principio gran parte de lo que pase es
vuestra actitud. Mi oncóloga, a la que después de todo también le
tengo que agradecer lo que ha hecho por mí, aunque en muchos
momentos me ha traído de cabeza y en bastantes no me ha gustado el
como, no le puedo quitar su mérito. Puede que nuestro problema haya
sido fundamentalmente de comunicación, no he cambiado de opinión sobre las cosas ya dichas, pero siendo justa tengo que decir que en este
último mes las cosas han cambiado bastante, su trato hacia mí es
mucho más cercano y afectuoso, y se muestra bastante más receptiva
y atenta, ya veremos que pasa si hay algún otro tema en el que
discrepemos, mientras tanto yo estoy feliz de haber llegado
a este punto y es en parte gracias a ella.
Con este blog aún no se muy bien que
hacer, en un primer momento pensé que cuando terminase con esto lo
cerraría porque habría cumplido su fin, también pensé dejarlo
abierto aunque no escribiese más por si a alguien le servía de
ayuda y finalmente he decidido que por ahora lo voy a dejar abierto,
porque son muchos los que estos últimos días se han enterado de su
existencia y me escriben diciéndome cuanto les ha gustado. La verdad
es que más que un blog, parece un diario porque más que una
conversación con otros ha sido una conversación conmigo misma pero
bueno en cualquier caso ha sido lo que me apetecía que fuese y
siempre estoy a tiempo de guardármelo solo para mí. Faltan cosas
sin duda y habrá cosas que no gusten como están contadas pero es
como yo lo he vivido, es como lo recuerdo y es lo que me apetecía
contarlo y solo pido el respeto y la comprensión del que se disponga
a leerlo, y bueno ojala que os guste y os ayude a acercaos a mí. Y
por supuesto si alguna vez alguien necesita algo de mí o tiene una
duda no tiene más que escribirme, mi e-mail personal es
belenta9@hotmail.com , el
camino que yo he hecho se hace infinitamente mejor bien acompañado y
si alguna vez puede servir como apoyo a alguién estaré encantada.
Sin mucho más que contaos, no sin
antes volver a daos las gracias, os dejo, no se si hasta pronto o al
menos no entre estas líneas.. una vez más qui lo sais.
B