Como tiendo a hablar mucho de cosas malas hoy voy a hablar de algo estupendo que me esta pasando.
Como ya sabréis después de la operación en la que me pusieron una aparato extensor nuevo y los dos meses de inmovilización para que el aloh injerto cicatrizase, mi pierna estaba en total extensión y mi rodilla era incapaz de doblarse ni un solo centímetro.
Aunque mi traumatóloga se define, y cito textualmente, como una "acérrima defensora de la sanidad pública" me recomendó una fisioterapeuta privada que pudiese dedicarme todo el tiempo necesario, ya que desgraciadamente en el caso de tener que recurrir a un centro público tendría mucha menos atención ya que estos servicios están en la mayoría de los casos sobrecargados de pacientes, sobre todo pacientes mayores que necesitan una atención especial.
Ella me recomendó dos especialistas y entre ellos yo elegí el que estaba más cerca de mi casa, y no puedo estar más contenta con mi elección porque ha resultado que tengo la mejor fisioterapeuta que podría soñar, además de ser una estupenda profesional, he tenido la suerte de que también es una excelentísima persona y se ha convertido en un apoyo más y una confidente, que ya podría estarle pagando como psicóloga también porque desde luego se lo gana. En ocasiones me resulta demasiado duro hablar de cosas o comentar preocupaciones con mi familia y/o amig@s porque no quiero preocupar ni entristecer a nadie y es ella quien me escucha y me aconseja, me escucha hasta la extenuación porque yo, no voy a engañar a nadie, no me callo ni debajo del agua. Ella es la prueba de que incluso de las cosas malas puedes sacar cosas maravillosas, estoy segura de que el cariño que le tengo se quedará para siempre, y jamás le podré agradecer suficiente la ayuda que me presta.
Hablando estrictamente de su trabajo, la cosa va genial, hasta hace cuatro meses tenía como ya he dicho una "pata tiesa" y ya voy por casi los 90º de flexión. Al llegar me hizo mentalizarme de que esto llevaría su tiempo para que no me pusiese metas ni tiempos, y cuatro meses después puedo decir que no imaginaba lo rápido que iba a ir. Esto es un trabajo de las dos, por su parte una dedicación absoluta cuando esta conmigo y para mí, las sesiones de fisio no son moco de pavo, quién me ha visto porque ha coincidido con ella cuando viene durante las hospitalizaciones sabe lo que me duele cada milímetro de flexión ganado pero es un dolor gratificante y definitivamente merece la pena. La verdad es que todo el mundo esta sorprendido con la evolución de mi rodilla, las perspectivas distan bastante de aquellas que tenía antes de la operación cuando me pintaron un panorama en el que ni podría volver a hacer deporte aun teniendo una pierna bastante funcional, tal como lo veo ahora no hay nada que no vaya a poder hacer, y es gracias a las tres, mi fuera de serie-traumatóloga, mi excelente fisio y mi incomparable y estupenda yo (jeje alguién me lo tiene que decir).
Y si estoy tan feliz por esto es porque estoy viendo resultados, ya no cojeo, subo escaleras perfectamente, las bajo cada día mejor, incluso hago elíptica y sobre todo, y por lo que estoy más contenta porque me encanta y lo echaba muchísimo de menos, he vuelto a conducir. Parece una tontería así dicho, pero es solo una prueba más de la superación de las barreras que me ha puesto la vida y que poco a poco van quedando atrás. Día a día damos tantas cosas por hecho que no valoramos ni la mitad de lo que tenemos y cuando ves que de un día a otro deja de ser posible, te planteas mucho más las cosas. Por eso yo no puedo más que dar las gracias por haberme cruzado con gente tan estupenda que está haciendo que todo sea posible, y que poco a poco deje atrás consecuencias de la enfermedad y vuelva a ser una persona normal con un abanico enorme de posibilidades.
B
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Conduciendo después de 6 meses |
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